jueves, 26 de agosto de 2010

Los Himnos Del Pueblo de Dios - F Van Deursen

Felire. 1995(2001 2ed.). 52p.
El pueblo de Dios tuvo desde los tiempos más an­tiguos particular amor a los Salmos. Fueron siempre de valor inapreciable en la comunicación del SEÑOR con Su pueblo. ¿Podría calcularse el número de los hijos de Dios que expresaron al SEÑOR sus necesidades con las palabra de David y los salmistas; y cuántas veces el SEÑOR todopoderoso y misericordioso escuchó estos ruegos, y las ocasiones en que la Iglesia le alabó con los Salmos en el Antiguo y Nuevo Testamento, y se gozó en El con la alegría que procede del Espíritu Santo?
La Iglesia canta alabanzas al SEÑOR en los Salmos de muy diversas maneras. Unas veces clama desde el abismo del pecado y la miseria, y lo alaba por la gracia y la salvación recibidas de Su poderosa mano. Otras veces pide Justicia y venganza contra los enemigos que la oprimen; o bien muestra su gozo y su Júbilo por el dulce reinado de su Dios, cuya gloria culminó en Cristo. No hay libro en el que se encierre tanta riqueza espiri­tual como en los Salmos; ni libro que refleje tan acabadamente los diversos estados de ánimo del hom­bre; angustia, dolor, tristeza, alegría, alabanza, bendi­ción.
Es el libro por el que el Espíritu Santo, que inspiró a los hombres de Dios, mostró cómo Su pueblo debía dirigirse a Él en acción de gracias y en oración. Es el libro en el que el mismo Dios enseña a cantar a Su pueblo de manera que su boca esté llena de Su alabanza.
CONTENIDO
Capítulo 1. Carácter de los Salmos
Capítulo 2. Lugar de los Salmos en la Biblia.
Capítulo 3. Actualidad de los Salmos.
Salmo 8, Salmo 19, Salmo 22, Salmo 31, Salmo 32, Salmo 42, Salmo 51, Salmo 72, Salmo 77,Salmo 84, Salmo 87, Salmo 146.

Libro completo suministrado por FELIRE.

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