martes, 17 de agosto de 2010

Los Salmos I - Frans van Deursen

Felire. 1996(2003 2ed.). 737p.

El subtítulo de este libro, el primero de dos tomos acerca del libro SALMOS, también podría ser: “Los Salmos, ¿cómo se les debe leer y cantar?”, porque esta publicación quiere ser una guía en el estudio de los Salmos, y no un comentario completo a todos ellos. Quiere, en fin, dar algunas claves para permitirte comprender lo que lees. El autor lo intenta exponiendo primero algunas palabras clave, y después comentando un número limitado de salmos -unos 25 entre los dos tomos- en los que también se encuentran conceptos centrales del Libro de los Salmos. De esa manera, esta publicación te ofrece una serie de principios de la Sagrada Escritura para la exposición de la misma.

¿Cuál es la actualidad de los salmos para nosotros, creyentes novotestamentarios? La respuesta es, que el Espíritu Santo, autor inspirador de los escritores de los salmos, nos estimula a actualizarlos en nuestra propia vida.

Los salmos nos enseñan a humillarnos si caímos en pecado (Sal. 32). Los salmos responden a la pregunta de ¿quiénes morarán con Dios? (Sal. 15 y 24). Los salmos enseñan a suplicar la justicia de Dios cuando nosotros o nuestros hermanos en otra parte del mundo somos perseguidos (Sal. 35). Los salmos nos enseñan a implorar humildemente reconstitución cuando la iglesia, por culpa propia, se ha dividido (Sal. 74 y 79). Los salmos nos recuerdan que la “naturaleza” no sólo nace, sino que también es sustentada por las manos del Creador (Sal. 29 y 104). Los salmos cantan acerca de la navegación marítima (Sal. 107), acerca de la siembra y de la cosecha (Sal. 65 y 126). Los salmos tratan de toda la amplia vida cristiana, y nos hacen darnos cuenta que el SEÑOR ha llevado toda esa vida bajo la cúpula protectora del Pacto.

Sí, es cierto, el Nuevo Pacto es más excelente que el Antiguo (por el mejor derramamiento de sangre, cf. He. 9: 14-15), y la apelación a nuestro corazón es bastante más seria ahora que nosotros ya no vivimos más bajo la ley, sino bajo la gracia. Pero, quien profundiza en los salmos, llegará a comprender que los tesoros y dones del Espíritu Santo ya se nos ofrecen allí tan excelentemente que sólo para nuestro propio perjuicio podríamos desentendernos de ellos. Pues él es quien nos instruye en los temas que, según la voluntad de Dios, tendrán un lugar en nuestras oraciones.

Así pues, el conjunto de salmos de la Biblia es como un lugar en que ejercitarnos en nuestro trato con Dios nuestro SEÑOR al orar y al cantar. Quizá pueda también suscitar interés para cantar salmos en los cultos de la Palabra y Sacramentos. A este respecto, la colección que FELiRe ha presentado en su LIBRO DE ALABANZAS ofrece una posibilidad magnífica; y así se podría elevar una alabanza unánime sobre los continentes, y resonar hacia el trono de Dios.

Concluimos con una justificación concreta. El traductor, Rev. J. T. Sanz, ha traducido a conciencia el libro del Rev. F. van Deursen, titulado PSALMEN. Pero se han dejado a un lado detalles que serían incomprensibles para nuestros lectores hispanohablantes, porque se refieren a situaciones locales holandesas. Además, es preciso mencionar que el Rev. van Deursen, al escribir este libro estudió y consultó muchos comentarios y otras fuentes que justificó en notas que nosotros (previa consulta con el autor) hemos suprimido porque la barrera idiomática impide que nuestros lectores puedan consultar esas fuentes holandesas.

Libro completo suministrado por FELIRE.

Si el vínculo no funciona puede ver el documento AQUI.

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