Felire. 1979(2000 3ed.). 48p.
Pensamos que hay razón sobrada para la publicación de esto libro en lengua española –no es el primero de este género que ve la luz del día. Pero quizá su tratamiento desapasionado del tema le haga tener una influencia más eficiente en quienes, Testigos de Jehová o no, recorran todas y cada una de sus páginas.
Los lectores convendrán con nosotros en que vivimos unos tiempos difíciles. El racionalismo materialista y ateo ha sido el desafortunado padre del pragmatismo y del consumismo que nos ha tocado vivir en esta época. Esto por un lado. Pero por otro, asistimos al nacimiento de nuevas formas de vida, nos asedian la importación de miles de sistemas filosófico-religiosos, y lo que es aún peor, muchos quieren acaparar para sí el nombre de cristianos cuando, en el fondo, lo que se proponen enseñar no es otra cosa que propalar fábulas acerca de mundos irreales y vanas promesas.
Entretanto, el hombre sencillo se halla aturdido, acorralado, sin salida. Pero este "hombre de la calle" –ese hombre "cristiano" porque un día fue inscrito en el registro de alguna iglesia— pronto o tarde va a verse confrontado con sus sentimientos religiosos. Un evento próspero o tal vez un desastre en su vida, le van a despertar de su letargo espiritual. Entonces serán legión los que se disputen la atención de esa persona. Y entre ellos, acudirán los mal llamados Testigos de Jehová que, como moscas molestas e insaciables, le van a presentar el producto de su racionalismo destructor, anticristiano y anti-bíblico.
Pero ante los rumores de tan devastadora tormenta, he aquí la amonestación del apóstol: "a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las cosas y llevan cautivos a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias" (II Tim. 3: 5-6). Y es que con ellos se cumplen los temores que Pablo expresa a Timoteo v a todos los verdaderos creyentes: "Vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas (II Tim. 4:3-4).
Esto no obstante, ¿qué harán los verdaderos creyentes? ¿Podrán quedarse estáticos ante tales movimientos aberrantes y sectarios? Esperamos que no. Antes bien, se vestirán "de toda la armadura de Dios": ceñirán sus "lomos con la verdad", se vestirán "con la coraza de la justicia", se calzarán "los pies con el apresto del evangelio de la paz", y "sobre todo, tomarán el escudo de la fe y el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios" (Ef. 6: 10-17). Y así indestructiblemente pertrechados, acudirán al reto que el maligno y sus huestes les presentan, y suya será la victoria (Jn. 16:33).
CONTENIDO
1. HISTORIA: Rundí. Rutherford. Knoff.
2. DOCTRINA: La Biblia. La persona de Jesucristo. La Redención.
3. TRATANDO CON LOS TESTIGOS DE JEHOVA: En la puerta. Observaciones adicionales. Conclusión.
4. Lectura suplementaria.
Libro completo en FELIRE.
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