miércoles, 4 de agosto de 2010

Yoga ¿la Respuesta? - J. I. van Baaren

Felire. 1979(1996 2ed.). 40p.

En todo el mundo se anuncia el Yoga como un método efectivo e ideal para aprender a dominar la vida nerviosa, y de esta manera llegar a una vida más rica y equilibrada. Se enseñan toda clase de actitudes de reposo, y los ejercicios de respiración tienen un lugar importante.
¿Quién tendría algo contra un sistema semejante? Este, por así decirlo, se halla en la categoría de un sistema de vida, de dietas que se pueden seguir tranquilamente cuando alguien descubre que el sistema le viene bien. Sin embargo, ¡el Yoga no es algo tan inocuo! Es fruto de la filosofía y religión orientales, y todos los que se disponen a ejercitar Yoga quedan al descubierto frente a poderes espirituales que surgen tras esta sabiduría oriental.
El hecho de que millones de gentes hayan perdido todo asidero, es lo que a éstas les lleva a agarrarse al Yoga como a una sabiduría posible y con proyección de futuro. Y una vez dentro de su medio de influencia es difícil retroceder del poder de esas fuerzas; Se trata de poderes demoníacos, de los que será preciso librarse.
Frente a estos poderes diabólicos está la salvación que nos ofrece la Palabra de Dios, la cual nos libera de los peligros y desequilibrios nerviosos actuales. De ahí la aparición de este escrito.
CONTENIDO
Yoga ¿la respuesta?
¿Se puede practicar Yoga sin las influencias espirituales hindúes?
Mezcla de religiones
Doctrina falsa
Auroville
Demonismo hindú
¿Qué ha traído el Induismo al pueblo hindú?
¿Es el Yoga la respuesta de Dios?
Este es el objetivo
Esta es la respuesta

INTRODUCCIÓN
En la sociedad occidental están hoy día de moda las religiones orientales, la mística, el gnosticismo, la cábala, el Budismo-Zen y el Islam. Se constata una gran deserción del Cristianismo de la Biblia y (con alguna exageración) se dice que "las iglesias se quedan vacías". Momentáneamente y tras un período de ateísmo y materialismo que no les pudo satisfacer, muchos vuelven a buscar una vida espiritual. Y para llenar un "vacío espiritual" surgido después de una decepción en el Cristianismo y en el ateísmo, se hallan en fila, por así decirlo, las mencionadas corrientes "religio­sas", dispuestas a ofrecer soluciones al hombre que las busca.
Hay incluso cristianos que leen todo lo que pueden encontrar acerca de los fenómenos espirituales, hipnosis, espiritismo y mística oriental, esperando encontrar una clave para la vida espiritual. En este mismo plano debemos ver también la enorme concurrencia hacia el Yoga hindú. Bien es verdad que el Yoga, en principio, únicamente se practica para llegar a un mejor bienestar corporal por medio de " ejercicios gimnásticos", pero enseguida resulta que el espíritu del hombre no queda sosegado por el Yoga.
El Yoga nos es presentado en panfletos, en artículos periodísticos y en material de propaganda como un pasatiempo inocente que además es bueno para la salud. Personas que realmente pueden saber algo de este tema, como escritores y profesores dentro del Hinduismo y sobre todo los especialistas en Hinduismo entre los cristianos de origen hindú, llegan a contarnos algo muy distinto. También los maestros de Yoga en sus libros no dejan de acentuar que el objetivo final de su asunto es: La armonía, la unificación de todo con todos, o bien: "el hacerse una sola cosa con Dios”.
Muy pronto se pondrá en evidencia que el Yoga sólo ha de ejercitarse como una especie de gimnasia de salud, sin más. El Yoga tiene un deliberado trasfondo espiritual: es religioso en principio, y nos trae una doctrina muy diferente de la que la Biblia da y reconoce, y pone en contacto con otro dios muy distinto. Frecuentemente se subestima el poder del influjo espiritual y el peligro de los contactos con el reino tenebroso de este dios.
¿Qué dicen las fuentes oficiales del Yoga?
Los libros de rigor científico sobre el Yoga afirman que éste es una técnica psico-científica con la que se alcanzan grandes cambios en ta vida interior, que halla su fundamento en los misterios hindúes, en los que uno se concentra en "El" en "El mismo", en el "Absoluto", en el " Indeterminado" e "Incomprensible" dios. Una Institución de Yoga (Yoga Nederland) nos da la siguiente definición: “Desde hace miles de años. Yoga es un sistema permanente para la relajación corporal y espiritual. Yoga es la clave para la paz y la felicidad, para una vida sana y armónica

PROPÓSITO
Si hubiera que admitir sin poner dificultad alguna la doctrina de cualquier pastor, (sacerdote, obispo, yogui, gurú, etc., J.S.), ¿de qué nos serviría ser tantas veces tan y cuidadosamente avisados por boca del Señor, que no oigamos a los falsos profetas? ”No escuchéis", nos dice Jeremías, "las palabras de los profetas que os profetizan: os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová" (Jer. 23:16). Y: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces" (Mt. 7:15). En vano también nos exhortaría san Juan a probar los espíritus, si son de Dios o no (1 Jn. 4:1). Y de esta prueba ni aun los mismos ángeles quedan exentos; cuanto menos Satanás con sus mentiras. ¿Y qué quiere decir aquello de "si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo" (Mt. 15:14)? ¿No demuestra de cuanta importancia es conocer cuáles son los pastores a quienes se debe oír, y que no es bueno escuchar temerariamente a todos?
Por esto no hay razón para que quieran aterrarnos con sus títulos, para hacernos partícipes de su ceguera; pues por el con­trario vemos cuánto cuidado ha puesto el Señor en avisarnos y atemorizamos para que no nos dejemos llevar por el error ajeno, por más escondido que esté el engaño con otro título. Porque si es verdad la respuesta de Cristo, que todos son ciegos, llámense obispos, prelados o pontífices (o yoguis o gurús, etc., etc., J.S.), no pueden por menos que llevar al despeñadero a quienes los siguen. Por tanto, que no nos estorben nombres de concilios, pastores, ni obispos, (ni otras prácticas o religiones orientales, J.S.) –que pueden emplearse lo mismo para el bien que para el mal—, avisados con el ejemplo de lo que oímos y vemos, el con­siderar conforme a la regla de la Palabra de Dios el espíritu de quienquiera que sea, y ver y probar si es de Dios o no.

Libro completo en FELIRE.
Si el vínculo no funciona puede ver el documento AQUI.
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